EL SECTOR PESQUERO REGIONAL ANTE UNA NIÑA CORTA AL FINAL DEL 2016

Antecedentes.

            Nos encontramos en estos momentos inmersos en un panorama climático y oceanográfico muy interesante. El índice operacional de El Niño (siglas ONI en inglés) viene mostrando para los trimestres jul-ago.-set y ago.-set-Oct valores de la anomalía de la temperatura superficial del mar de -0.6 y -0.7 °C respectivamente. Este comportamiento junto al de una serie más de variables atmosféricas y oceánicas han llevado a los científicos a pronosticar la presencia de una “Niña Corta” para lo que resta del año y principio del 2017. En teoría no se extendería más allá de febrero. Muy corta si pensamos que normalmente la duración de una Niña es en promedio del orden de los 9 meses. A partir de marzo el sistema océano-atmosfera en el Pacifico Ecuatorial estaría bajo condiciones “neutras”, esperando alguna novedad probablemente a finales del II semestre del 2017.

            Qué debería esperar el sector pesquero regional para los próximos meses (diciembre a marzo) bajo esta perspectiva? Antes de responder esta pregunta, vamos a repasar algunos aspectos que nos resultarán necesarios para dar sustento a la respuesta.

  1. Condiciones actuales.

Las anomalías de la temperatura superficial del mar en el pacifico centroamericano comienzan a mostrar la presencia de afloramientos costeros. Como ocurre siempre la activación de dichos sistemas de surgencia comienza en el Golfo de Tehuantepec y conforme se acerca el mes de diciembre con los frentes fríos y empujes eólicos, se extienden hasta el Golfo de Panamá incluyendo el de Papagayo.

  1. Afloramientos costeros Centroamericanos.

Los fenómenos de afloramiento costero que ocurren estacionalmente de noviembre a marzo de cada año, y que enriquecen las aguas del Pacífico centroamericano con nutrientes, tendrán un papel protagónico en los próximos meses. Durante dicho periodo, estos afloramientos sustentarán la pesquerías de grandes pelágicos (tiburón, atún, dorados, picudos). Bajo condiciones de La Niña, las concentraciones de clorofila aumentan sustancialmente y el Pacífico regional experimenta también un aumento en sus concentraciones de nutrientes.

  1. La última Niña con características semejantes a la actual ocurrió entre el 2011 y el 2012.

En esa oportunidad al igual que ahora, su inicio ocurrió en el trimestre jul-ago.-set (2011) y se extendió hasta el trimestre Dic-Ene-Feb (2012).

  1. A nivel oceánico los aspectos más sobresalientes de la evolución del Fenómeno de La Niña sobre América Central son los siguientes:
  • Disminución de las temperaturas superficiales del mar del orden de los 2°C respecto a valores climatológicos.
  • Levantamiento de la Termoclina permanente en todo el Pacífico Centroamericano, con anomalías de hasta 20 m sobre el valor normal.
  • Fortalecimiento de la productividad de las zonas de surgencia que caracterizan al Pacífico centroamericano en las áreas de Tehuantepec, Papagayo y golfo de Panamá.

 

Efectos posibles sobre el sector Pesquero Regional

Resulta razonable en estos momentos esperar que durante el último trimestre del 2016 tengamos una Niña posicionada fuertemente en la imagen oceánica del Pacífico Tropical y Ecuatorial, este parece ser el escenario de mayor probabilidad, donde la Niña empezaría a perder intensidad muy rápidamente en el primer trimestre del 2017.

Con estos supuestos puede estimarse en primera instancia el impacto de La Niña sobre el Sector Productivo que nos compete de la siguiente manera:

  • Las pesquerías de especies pelágicas como tiburón, dorado, atún podrían experimentar un aumento significativo en presencia de un fortalecimiento de las áreas de afloramiento antes citadas, asociado a una disminución de las temperaturas superficiales y al levantamiento de la termoclina. Igual podría suceder con las especies de picudos que sustentan la pesca deportiva.
  • Las pesquerías de camarón también históricamente mostrarán un aumento en los volúmenes de captura durante los próximos meses.
  • Las pesquerías de algunas especies de escamas de carácter estuarino pueden aumentar gracias a un mayor aporte por escorrentía al final de la época lluviosa y a la disminución de las temperaturas superficiales (corvina, pargo entre otros).
  • La pesca artesanal debe ser cuidadosa ante la presencia de fuertes vientos, sobre todo en áreas cercanas a las zonas de afloramiento.

En términos generales esperaríamos para el próximo trimestre que las pesquerías de grandes pelágicos muestren capturas dentro de rangos normales o ligeramente superiores a años normales. Igual podría suceder con las pesquerías de especies de escamas de Golfos y Bahías

 

Licenciado

Alexander Cobas

(Grupo del Clima para la Pesca y la Acuicultura-SICA, OSPESCA), Fuente, C.L Brenes, SERIO-OSPESCA