América Latina y el Caribe fortalece sus capacidades para combatir la pesca fantasma
Cada año, 640 000 toneladas de aparejos o artes de pesca se pierden o abandonan en el mar en todo el mundo. Estos aparejos atrapan indiscriminadamente a su paso peces u otras formas de vida marina y afectan al ecosistema, causando lo que se conoce como “pesca fantasma”.
“La pesca fantasma daña nuestros océanos, desperdicia las fuentes de alimentos que albergan y afecta al sustento de miles de pescadores y comunidades costeras que dependen de esta actividad”, afirmó Adoniram Sanches, Coordinador Subregional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Mesoamérica y Representante en Panamá.
Estas artes perdidas o abandonadas también pueden comprometer la seguridad de la navegación, al quedarse atrapadas en las hélices de los buques, y llegan a playas y comunidades pesqueras, afectando a aves y otras especies y poniendo en riesgo la salud y seguridad de los bañistas.
Para hacer frente a este problema, más de 70 técnicos de América Latina y el Caribe participaron en un encuentro para conocer e implementar buenas prácticas que permitan prevenir y reducir aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados, organizado conjuntamente por la FAO y Global Ghost Gear Initiative (GGGI) con el apoyo de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP).
“Debemos evitar la pérdida de aparejos de pesca mediante la creación de capacidades en el terreno, con técnicas adecuadas de gestión de las artes de pesca y también crear grupos de expertos y profesionales locales capaces de abordar este problema en el agua, y eso es lo que buscamos en este taller”, dijo Ingrid Giskes, directora de GGGI.
Durante el encuentro, celebrado en Ciudad de Panamá entre el 18 y el 23 de noviembre, los técnicos profundizaron en el marco político internacional existente para prevenir estas malas prácticas y conocieron con mayor detalle las Directrices Voluntarias para el Marcado de las Artes de Pesca (DVMAP), un instrumento impulsado por la FAO para reducir al mínimo y eliminar este problema y facilitar la identificación y recuperación de dichos aparejos.
“Estas Directrices permiten a los países desarrollar sistemas de marcación efectivos para los aparejos de pesca para el rastreo hasta su propietario, vigilar el uso de las mismas y establecer acciones más concretas contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”, afirmó Yarelis de Castillo, Directora General de Ordenación y Manejo Integral de la ARAP.
La capacitación ofreció asimismo orientaciones técnicas para el desarrollo de un programa de retirada de redes abandonadas o perdidas, incluida la ubicación de las artes en el mar, la planificación, los permisos necesarios, su eliminación y las consideraciones medioambientales y de seguridad.
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