Analizan estudio de 5 años en el atún
Tras cinco años de trabajo expertos japoneses, estadounidenses y panameños hicieron públicos los resultados obtenidos en el proyecto Pro Atún bajo el marco del Programa de Investigación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Sostenible (SATREPS). Que se dio en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).
El simposio, que en el cual se presentaron los resultados , fue inaugurado por las palabras de Yoshifumi Sawada de la Universidad Japonesa de Kinki, Kasumi Kobayashi de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), Syuichi Asanuma de la Agencia de Ciencia y Tecnología del Japón (JST); el Mgtr., Iván Flores, administrador de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), y Vernon Scholey de la Comisión Interamericana del Atún tropical (CIAT). Los expertos, señalaron, la importancia de este proyecto para la sostenibilidad de esta especie.
SATREPS
Satreps es un programa conjunto de la ARAP, JICA, la JST, la U. Kinki y la CIAT. El cual tiene como finalidad buscar la manera de solucionar problemas a través de investigaciones asociadas con científicos japoneses y panameños. Su objetivo principal es conocer la biología reproductiva y la historia de la vida temprana de dos especies de atún.
El resultado de la investigación se basó en tres ejes principales, que se divido en equipos de trabajo: Equipo de Desarrollo de Vida Temprana y Técnicas de cultivo, dirigido por el Dr. Yasunori Ishibashi y elaborado por la Licda. Yasmin Villareal, quien realizó el estudio de Cambios Ontogénicos en Tolerancia a Estresores a Altas Temperaturas en Larvas y Juveniles de Atún de Aleta Amarilla.
La investigación llegó a la conclusión que, según los resultados obtenidos, las larvas de atún en sus primeros estadios larvales (1 y 3 días después de la eclosión), muestran mayor tolerancia a altas temperaturas (29-36°c), mientras que el estadio de postflexión es el menos tolerante a las altas temperaturas ya que mostraron la menor tasa de supervivencia.
“Esto se debe a que la larva experimenta cambios morfológicos, moleculares ya que la absorción a través de la piel cambia, para realizarse a través de las agallas; además, del desarrollo de órganos vitales como el corazón y el cerebro, lo que podría hacer de las larvas en postflexión una presa fácil en su ambiente natural”, explico, Villareal.
El siguiente eje estuvo compuesto por el equipo de Ecología del Desove, encabezado por el Dr. Toru Kobayashi y realizado por la Dra. Lissette Trejos. Donde se llevó a cabo un Estudio Comparativo de los Parásitos en el Atún de Aleta Azul, Amarilla, y en Otros Peces Escómbridos (Scombridae) de Panamá.
Esta investigación dio como resultado un listado de parásitos encontrados en juveniles de atún de aleta amarilla, cuya mayoría no ocasiona efectos dañinos ni para el organismo ni para el ser humano.
Además se descubrió un nuevo parasito en el pez sierra (Scomberomorus sierra) denominado kudoa ray formis. “Se necesita más estudios para determinar el grado de afectación que este nuevo parásito descubierto tendrá para el organismo y /o el ser humano”, enfatizó, Trejos.
El tercer estudio, Desarrollo de la Alimentación para el Atún de Aleta Amarilla: Utilidades de la Formulación de la Dieta de Juveniles de Atún, Aleta Azul en Juveniles de Atún de Aleta Amarilla; fue ejecutado por la Mgtr, Thelma Quintero, cuyo trabajo se basó en el análisis de diferentes tipos de alimentos procesados y métodos para dietas experimentales en juveniles de atún de aleta amarilla de 30 días de eclosionadas.
Quintero, señalo que la dieta usada para el atún de aleta azul pude ser utilizada para el desarrollo de juveniles de atún aleta amarilla debido a que mostro mayores porcentajes de sobrevivencia y mayores niveles de ácidos grasos esenciales durante su desarrollo. Esto contribuirá al desarrollo sustentable de esta especie.
El atún desde tiempos milenarios ha sido un pez muy capturado por su carne, y por su alto contenido en ácidos grasos omega-3, así como en minerales y vitaminas; e allí su sobre explotación, dando lugar a su alto valor para la comercialización, causando una disminución en la población mundial de este organismo puesto que solo se encuentra en lugares del trópico y subtrópico. El proyecto “Pro Atún”, busca darle sostenibilidad al atún, mirando en la acuicultura un mecanismo para su permanencia.