Avances positivos en la 102ª Reunión de la CIAT sobre sostenibilidad, controles, vedas y uso de tecnología

La 102ª Reunión de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) avanza con éxito, enfocándose en temas clave como la sostenibilidad de los recursos, la implementación de medidas de ordenación pesquera, el fortalecimiento de los controles y los períodos de veda, así como la incorporación de tecnología avanzada, como el monitoreo electrónico.

El administrador general de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), Eduardo Carrasquilla, destacó la importancia de estos temas, subrayando que la industria atunera es vital para Panamá, involucrando a más de 30 mil personas. Panamá, como líder en abanderamiento, cuenta con una flota de 40 embarcaciones de captura y alrededor de 45 embarcaciones auxiliares, ubicándose como el tercer país más importante dentro de la CIAT, después de Ecuador y México. La CIAT es el principal organismo encargado de la conservación y ordenación pesquera del atún en el Océano Pacífico, desde Canadá hasta Chile.

Carrasquilla también se refirió al reforzamiento de los procedimientos de rescate y preservación de especies asociadas como delfines, rayas y tiburones, altamente protegidos. Panamá reconoce cerca de 50 de estas especies a través de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

Consultada sobre los temas tratados en la reunión de la CIAT, la viceministra de Acuicultura y Pesca de Ecuador, María Rafaela Hurtado, señaló que la ordenación pesquera ha sido un tema prioritario, con un creciente número de acuerdos y consensos entre las partes. Además, destacó la discusión sobre la conservación de especies, el cambio climático y los aportes del comité científico de la CIAT en la toma de decisiones.

Hurtado expresó su optimismo al manifestar la esperanza de que las medidas de conservación implementadas contribuyan a la sostenibilidad de los recursos y, por ende, de la industria. Añadió que Ecuador ha propuesto que las medidas de ordenación se apliquen por un período de tres años, con revisiones periódicas basadas en la calidad del recurso.