Los Manglares
De los 16 géneros conocidos, en la República de Panamá están presentes entre sus costas Atlántica y Pacífica, 5 especies típicas de las costas del continente Americano: Rhizophora, Avicennia, Pelliciera, Laguncularia y Conocarpus, que corresponden a mangle rojo, mangle negro, mangle, piñuelo, mangle blanco, mangle botón, siguiendo la sucesión costera.
La mayor parte de los manglares se encuentran en la costa del Pacífico, en particular en los Golfos de San Miguel, Panamá y Chiriquí, los cuales cubren 308.12, 568.77 y 501.33 km2, respectivamente. En la costa Caribe la cobertura de manglares es de 163.82 km2, de los cuales la mayor parte se concentra en la Laguna de Chiriquí, Provincia de Bocas del Toro, con una superficie de 118.24 km2. Colón Costa Arriba y Guna Yala, cuentan con 15.41 y 30.17 km2 de cobertura de bosque de manglar, respectivamente.
Los manglares de Panamá en 1980 eran de 400,000 has, hoy esta superficie ha bajado a solamente 174.435 ha), los cuales representan aproximadamente el 5,2% del área de cobertura boscosa nacional y el 2,3% de la superficie total del país. (ANAM – BID, 2011). Cada año la Institución solicita como medida de compensación por los daños por el uso del manglar, la reforestación del doble de lo usado, el cual se reforesta en diversas regiones del país. Los cuales el promotor debe pagar por el permiso y reforestar hasta que este se haya adaptado al terreno.
Un 80% de las especies marinas dependen de este ecosistema para subsistir, por lo que la destrucción de los manglares y otros ecosistemas costeros incide en la disminución de la pesca; las especies comerciales como el pargos, meros, cangrejos, camarones o langostas, y otros utilizan estos sistemas en su etapa juvenil. Con la destrucción de estas áreas las costas se vuelven inestables: las comunidades costeras quedan expuestas a devastadores frentes tormentosos que han producido la pérdida de muchas vidas humanas en países como Bangladesh y la India. La industria camaronera amenaza la existencia de los bosques salados en casi todo el planeta. Todo esto sin mencionar el daño que hace a las especies por la contaminación, liquida y solida que se da y llega a nuestras costas y mares.
Ecológicamente el manglar desempeña tareas importantes que permiten un equilibrio natural:
- Control de inundaciones.
- Estabilización de la línea costera/ control de erosión.
- Retención de sedimentos y sustancias tóxicas purificando el agua que llega al mar.
- Desalinización del agua que ingresa a tierra firme.
- Fuente de materia orgánica, producción de hojarasca y exportación de biomasa.
- Protección contra tormentas / cortina rompevientos .
- Estabilización de microclimas.
- Albergan y proveen áreas de anidaje a un número considerable de especies de aves residentes y migratorias, y otros organismos marinos vulnerables o en peligro de extinción.
- Actúan como criaderos de especies de peces y de mariscos.
- Funcionan como pulmones del medioambiente, ya que producen oxígeno y usan el bióxido de carbono del aire.
- Se utilizan para practicar deportes acuáticos y actividades turísticas.
- Son muy valiosos para la educación e investigación científica.
Las Praderas de Hierbas Marinas
Los pastos marinos o hierbas marinas son plantas que se encuentran en estuarios someros, presentan flores, hojas, rizoma y un sistema de raíces. La mayoría de sus especies se ubican en suelo suave y se distribuyen en manchones amplios y densos debajo de la superficie del agua.
Los pastos marinos son característicos de las aguas costeras llanas en zonas tropicales y templadas. Se distinguen de las algas por tener raíces, un sistema vascular y la capacidad de florecer.
En el Caribe de Panamá existen cuatro especies de pastos marinos. Su distribución es amplia, encontrándose a lo largo de toda la costa caribeña, especialmente en las lagunas formadas por los arrecifes de coral, canales de arena formados por los manglares. A pesar que en el Pacífico hay más especies (5), es muy raro encontrar una pradera de pastos marinos. Las aguas turbias del Pacífico impiden el desarrollo de esta comunidad, debido a su requerimiento de luz para poder realizar la fotosíntesis. Existen numerosas especies de peces e invertebrados, muchos de ellos de importancia comercial, como los cangrejos centollos y la langosta espinosa, que visitan los pastos marinos en busca de alimento, regresando al coral en migraciones diarias.La importancia de los pastos marinos es muy similar al de los manglares, brindan refugio y alimento a un gran número de organismos; su sistema de raíces evita la erosión de los fondos suaves, preservan la microfauna que habita los sedimentos y que sirve de alimentos a organismos comerciales; influyen en el intercambio de nutrientes entre el sedimento y el agua; y sus hojas, raíces y ramas también forman parte de la cadena alimenticia, al entrar a las aguas oceánicas como detritus.
El papel ecológico de los pastos marinos es fundamental, ya que proporcionan un hábitat importante a una gran variedad de organismos (algas epífitas, epifauna sésil, epifauna vágil, fitoplancton, zooplancton, necton, algas, microflora, infauna, microbios, camarón y peces, entre otros), que en su conjunto dan forma a la complejidad estructural de este ecosistema (Ibarra y Ríos, 1993). Esto se debe a que en condiciones naturales, las praderas de pastos marinos se localizan en extensas áreas, formando manchones muy complejos por la entremalla de sus hojas que funcionan como sostén o camuflaje.
Entre las especies que componen las praderas de hierbas marina tenemos:
- Thalassia Testudium
- Syrigodium filiforme
- Halodule wrightii
- Halophila decipiens
- Ruppia maritina
Existen pocos estudios sobre los pastos Marino los cuales se han estudiado, a excepción del Parque Nacional Marino Isla Bastimentos en Bocas del Toro que están dominadas por la hierba de tortuga, Thalassia testudinum, especialmente en las lagunas y bahías protegidas donde puede crecer hasta los 10 m de profundidad. Otras especies como la hierba de manatí (Syringodium filiforme), Halophila decipiens y Halodule wrighti, cubren una extensión mucho menor. S. filiforme presenta poblaciones dispersas, generalmente mezclada con T. testudinum en profundidades inferiores a 5 m. H. decipiens se encuentra representada por pequeñas poblaciones dispersas en el área. De H. wrightii, una especie más rara en todo el Caribe y en el área en estudio solo se encontraron dos pequeñas poblaciones, una en Cayo Agua y otra en Punta Vieja, Isla Bastimentos.
Otros grupos estudiados en menor detalle durante la EER marina, como las anémonas, medusas, erizos, estrellas y pepinos de mar también son abundantes en las praderas de hierbas marinas. En términos generales estas praderas se encuentran en buen estado de conservación, excepto en algunos puntos muy localizados: frente a los poblados de Bastimentos, Carenero e Isla Colón, donde la basura y la contaminación orgánica comienzan a ser evidentes. No sucede lo mismo con algunas de las especies asociadas, especialmente de peces como la cojinúa, el patí, la langosta y el caracol, cuyas poblaciones están sumamente reducidas.
La importancia de las hierbas marinas en la productividad biológica de las zonas costeras está dada porque:
- Tienen una alta producción primaria poseen una productividad primaria entre tres y 35 veces la del fitoplancton marino), y su tasa de crecimiento es muy elevada, pueden producir hasta 10g/m²/día de materia seca.
- Soportan un elevado número de organismos que viven sobre ellas (epífitos), los cuales alcanzan una biomasa relativamente alta y sirven de alimento a peces e invertebrados. En ocasiones, la biomasa de los epífitos es comparable con la de las propias hierbas.
- Sirven, directamente, de alimento a muchos organismos herbívoros (erizos, caracoles, algunos peces, tortugas y manatíes).
- Producen gran cantidad de detritus por la descomposición de sus hojas, el cual sostiene, también, gran cantidad de bacterias que, a su vez, sirven de alimento a otros organismos.
- Las raíces mantienen unidos los sedimentos, y sus hojas protegen contra la erosión, pues pueden resistir fuertes olas y huracanes.
- Las hojas retardan la acción de las corrientes y provocan una continua sedimentación de materiales orgánicos e inorgánicos, alrededor de las plantas.
- Absorben nutrientes a través de las hojas y raíces, que pueden devolver al agua, fósforo y nitrógeno.
La abundancia de peces y crustáceos, es siete y 20 veces más abundante en los seibadales, que en los fondos arenosos desnudos de áreas aledañas. La ruta del detritus ha sido considerada como la vía principal para el flujo de la energía en las zonas de hierbas marinas. La formación del detritus consta de tres procesos primarios: la pérdida inicial y rápida de compuestos orgánicos solubles; la colonización de las hojas por bacterias, hongos y protozoos; y el rompimiento y la fragmentación biológica.
Las praderas de hierba de tortuga (Thalassia testudinum) y de hierba de manatí (Syringodium filiforme), son indispensables como hábitat de invertebrados y de peces comercialmente importantes, que dependen de los pastos para su supervivencia. Su alta productividad orgánica aumenta en magnitud por las macro-algas asociadas, que incluyen las algas verdes y rojas incrustantes, las marrones y las verdes blandas. En este ecosistema se encuentran bien representados invertebrados como poliquetos, crustáceos, moluscos gastrópodos, bivalvos, sipuncúlidos, ofiuroideos, cumáceos, holoturoideos y equinoideos. Earle (1972), realiza una revisión de las Plantas Marinas de Panamá, como parte de los estudios realizados con miras a la construcción del canal a nivel, cuyos resultados muestran 109 especies (20 especies de algas pardas) para el Caribe y 90 especies para el Océano Pacífico, lo que demostró que la flora marina del Caribe es más diversa que la del Pacífico.
Algas
Representan un grupo crítico dentro de los arrecifes de coral ya que no sólo son productores primarios que forman la base de las complejas cadenas y redes tróficas, sino que también forman parte del componente estructural que forma el arrecife de coral. Es el grupo más abundantes de plantas marinas. Carecen de hojas verdaderas, tallos y raíces. Se reproducen por medio de esporas. Están muy bien representadas en los arrecifes desde las pozas someras de mareas hasta las zonas profundas donde penetra la luz. Sin embargo, generalmente no es un grupo muy conspicuo en el arrecife.
La coloración que presentan las algas es el criterio básico para reconocer los cuatro grupos o divisiones principales: cianobacterias, algas rojas, algas pardas y algas verdes. Son un grupo indicador de perturbación en los arrecifes y comunidades coralinas.
- Las cianobacterias son procariotas y por ende de las formas más sencillas. Aunque están ampliamente distribuidas en el arrecife su rol e importancia es mayormente desconocido. Se sabe que algunas especies juegan un rol importante en algunas de las enfermedades presentes en los corales (ej. Enfermedad de la banda negra).
- Las algas rojas (Rhodophyta) poseen innumerables especies que pueden ser unicelulares y sencillas o tener formas con complejas y multicelulares. Algunas especies secretan un esqueleto calcáreo y se les conoce como algas coralinas. Estas representan uno de los grupos de plantas más importantes en el arrecife ya que cementan los sedimentos y pueden convertirse en el grupo de organismos bentónicos más dominantes en las partes someras del arrecife (ej. cresta arrecifal), jugando incluso un rol más importante que los corales en la construcción de la estructura arrecifal.
- Las algas pardas (Ochrophyta-Phaeophyceae) son todas multicelulares y forman estructuras complejas. Aunque en general no son grupos dominantes en los arrecifes de coral a nivel local pueden llegar a cubrir grandes extensiones y cambiar la dinámica de los arrecifes, reemplazando la cobertura coralina por cobertura algal.
- Las algas verdes (Chlorophyta) son probablemente el grupo más grande y diverso de las algas. Algunas especies que calcifican forman parte importante de los sedimentos arrecifales particularmente la arena. Pueden llegar a dominar grandes áreas arrecifales cambiando la dinámica del arrecife. Al igual que las algas pardas pueden dominar la cobertura del arrecife.
En la literatura existente para las costas del Caribe panameño encontramos la presencia de 5 órdenes, 14 familias, 28 géneros y 77 especies. De éstos el orden Bryopsidales resultó ser el más representativo; con 4 familias (dominadas por la Udoteaceae), 12 géneros y 48 especies. Esto que representa un incremento significativo (de más del 100% para las especies debidamente reportadas para Panamá), si lo comparamos con los resultados obtenidos por Earle en 1972 (20 géneros y 34 especies) y Connor en 1984 (12 familias, 22 géneros y 31 especies). En un trabajo posterior al presente, Averza et al. (2000b) informan de la existencia de por lo menos 2 géneros y 8 especies de algas verdes adicionales.(Tecnociencia 2002 Vol.4 N° 2)
En el archipiélago de Bocas del Toro, Panamá existen reportadas 231 especies de algas de las cuales 111 Rhodophyta, 89 Chlorophyta y 31 de Ochrophyta-Phaeophyceae.
La bibliografía nis demuestra que existe una gran diversidad de algas verdes en las costas del Caribe de Panamá. Que la misma ha sido poco estudiada, por lo que se necesita de mayor cantidad de trabajos al respecto. El desarrollo actual de las ciencias, con miras a la obtención de productos naturales y revisamos el nivel de utilización actual de las algas, entenderemos de la importancia del mejor conocimiento de las mismas. Aunque, la existencia de sitios de cultivo de algas nos demuestras lo importante que son como fuentes de alimentos; una planta marina que se utiliza para producción industrial de cosméticos, medicamentos, textiles, helados, cervezas, cereales, pastas y salsas de tomates. Hoy día esta representa un rubro necesario para la humanidad.
Plancton
En el ecosistema marino, el plancton se define como el conjunto de organismos, ya sea animales o vegetales, que habitan en la columna de agua y que poseen una capacidad limitada para desplazarse, por lo cual sus movimientos dependen de las corrientes marinas. Dado a que la zona desde la superficie del mar hasta la capa cercana al fondo marino se conoce como el hábitat pelágico, entonces el plancton corresponde a todos los organismos pelágicos que se encuentran a merced de las corrientes marinas.
Generalmente se piensa que el plancton está constituido por organismos microscópicos, o muy pequeños, pero en la realidad está compuesto por una gran variedad de flora y fauna, que pueden estar en un rango de tamaño desde menos de un micrón (la milésima parte de un milímetro). como es el caso de los virus marinos, hasta dimensiones que pueden superar el metro, como sucede con algunas especies de medusas que son movilizadas grandes distancias a merced de las corrientes marinas.
El plancton se divide primordialmente en fitoplancton (plantas) y zooplancton (animales). Sin embargo existen también otras distinciones, tales como bacterioplancton (bacterias). y también se habla de ictioplancton para referirse a los huevos y larvas de peces, que previo a su desarrollo como juveniles o adultos, son parte del plancton.
El fitoplancton se refiere a las principales plantas de los océanos, que a diferencia de lo que ocurre en el ecosistema terrestre, son de tipo microscópicas. A nivel terrestre los vegetales más abundantes están representados por los árboles o la hierba No obstante, en el ambiente pelágico, vegetales de tales proporciones no pueden crecer en las grandes profundidades, ya que carecen de luz. Por ello, las plantas han prosperado como organismos microscópicos que flotan en la capa más superficial del mar para el aprovechamiento de la radiación solar.
Los organismos planctónicos conforman la base de la pirámide alimentaria del ecosistema marino.
El fitoplancton realiza la producción primaria, a través de la fotosíntesis, utilizando la energía radiante del sol, el dióxido de carbono y sales minerales conocidas como nutrientes, que se encuentran disueltos en el agua de mar. El zooplancton herbívoro, por otra parte, se encarga de canalizar y transferir el carbono fijado por el fitoplancton hacia los niveles tróficos superiores. Prácticamente todo el carbono orgánico que se recicla en el ecosistema’ marino ha sido captado inicialmente por el fitoplancton y transferido por el zooplancton herbívoro, a través de múltiples vías que incluyen virus, bacterias y microheterótrofos.
La productividad biológica de un ecosistema marino, entonces, depende inicialmente de la capacidad del plancton marino para captar, retener y transferir el carbono derivado del dióxido de carbono atmosférico.
Marea roja
La marea roja o «hemotalasia» (hematos=sangre y thalasos=mar), es un fenómeno que produce un cambio en la coloración del mar debido a la proliferación de millones de diminutas algas. Aunque en la antigüedad se lo relaciono exclusivamente con algas de color rojo, en la actualidad se utiliza ese término para cualquier proliferación masiva de algas.
Entre los diversos organismos responsables de mareas rojas, los más comunes son los dinoflagelados. La base de la cadena alimenticia en el mar son las plantas microscópicas unicelulares o microalgas (fitoplancton). Estos diminutos organismos son capaces de sintetizar potentes biotoxinas. Los dinoflagelados forman parte del alimento de moluscos bivalvos (cholga, vieira, mejillón, almeja, etc.) y gasterópodos (caracoles), organismos que concentran las toxinas y sin embargo no sufren ningún tipo de alteración en color, olor o sabor de manera que, a “simple vista”, no es posible detectar su toxicidad. La gran marea roja, también se la conoce como Floraciones de Algas Nocivas, (FAN) porque ese efecto rojizo es formado por una gran enorme cantidad de algas unicelulares de intenso color rojo que se expanden en las aguas costeras y causan una coloración intensa en la superficie del mar.
Su aparición se ve favorecida por diferentes condiciones, tales como ausencia de vientos, la contaminación producida por el hombre, la alta temperatura o presencia de ciertas sustancias orgánicas en el agua que favorece el desarrollo de las algas. Su desaparición, por lo general brusca, podría responder a distintos factores tales como el agotamiento de nutrientes u oxigeno y la depredación.
Los grupos de toxinas más importantes encontrados en estas algas son: las toxinas amnésicas, las toxinas paralizantes y las toxinas gástricas.
Durante las últimas décadas, los eventos de FAN aumentaron sustancialmente en aguas costeras alrededor del mundo. Dicha tendencia se debe tanto a causas naturales como antropogénicas, entre las cuales resaltan los mecanismos biológicos de dispersión de especies, la variabilidad natural en los patrones climáticos, los cambios en las condiciones ambientales que promueven la dispersión de especies a través de tormentas y corrientes y el transporte de especies en el agua de lastre de los barcos. Por otra parte, los desechos domésticos, industriales y agrícolas, que debido a su manejo inapropiado son arrastrados por escorrentías hasta llegar al mar. Esto contribuye a acrecentar la cantidad de nutrientes en las aguas costeras. A este exceso de nutrientes se le conoce como eutrofización. Por ende, el proceso de eutrofización permite el crecimiento excesivo de algas lo que a su vez provoca la pérdida de oxígeno disponible para otros organismos en el ambiente acuático. Es por tal razón que la eutrofización provoca un incremento en las FAN.
Las especies de dinoflagelados que más comúnmente causan este fenómeno pertenecen al género Gymnodinium. Estas especies de dinoflagelado son diminutos, unicelulares fotosintéticos, móviles y cuentan con dos flagelos para impulsarse en la columna de agua. Se reproducen de manera asexual por división celular simple.
Aproximadamente una docena de muchos miles de especies de algas se encuentran asociadas con el fenómeno de marea roja. Entre las especies identificadas podemos mencionar a: Alexandrium tamarense, Pseudo-nitzchia australis, Cochlodinium heterolobatum, Pterocentrum micans, Noctiluca spp, Pyrodinium spp., Gymnodinium spp., Aureoumbra spp y Dinophysis spp. Posiblemente que en Panamá las especies implicadas en la marea roja son las mismas identificadas en otras regiones como es: Pyrodinium bahamense var. compressum y Gymnodinium catenatum
Prácticamente, todas estas algas son inocuas, pero aumentan las sustancias tóxicas de las aguas marinas, lo que ocasiona la muerte de miles de peces, aves y otros animales mamíferos con ecosistema marino. Además, la marea roja deteriora la vegetación con un impacto ecológico en las costas, por lo que también se ven perjudicados sectores marítimos que viven de la pesca; incluyendo al hombre, al consumir especies que hayan consumido estas toxinas.
Este peligroso florecimiento de algas, tiene una seria y poderosa amenaza a la salud humana, la vida silvestre, los ecosistemas marinos, las pesquerías, la estética costera y nuestra economía. Se prevé que los pueblos costeros, subsistentes de la pesca artesanal e industrial serán grandemente afectados por estos eventos. En nuestras costas este fenómeno se ha encontrado en Bahía de Panamá, Costa arriba de Colón, Golfo de Chiriquí y otros.